Momentos de tensión solo se viven aquí en la Segunda Guerra Mundial.
En Japón, el objetivo del ataque, dirigido por el vicealmirante Chuichi Nagumo, era neutralizar la flota enemiga por un largo período, para así ocupar las colonias occidentales en el sudeste de Asia, para poder romper el embargo económico al que Japón estaba siendo sometido desde el año anterior. Una vez debilitados los Estados Unidos militarmente, Japón buscaría negociar la paz con condiciones favorables. El Alto Mando japonés deseaba evitar una guerra larga, pero aunque el Imperio Japonés salió victorioso en la acción, no logró obtener una victoria decisiva.
El ataque destruyó a 13 buques de guerra y 188 aeronaves, dejó a 2.403 militares y 68 ciudadanos estadounidenses muertos. Sin embargo, los tres portaaviones estadounidenses de la Flota del Pacífico no estaban en el puerto y por lo tanto no fueron atacados. La flota estadounidense en el Pacífico tardó en recuperarse entre seis meses a un año. Los japoneses perdieron 64 efectivos.
Luego del ataque, el Presidente Franklin Delano Roosevelt declaró la guerra a Japón, y cuatro días después, Hitler le declaró la guerra a los Estados Unidos., ¡Todos contra todos!
Escribe tu comentario